¿PAVÉ?
Para aquellos que seguimos de cerca las carreras de ciclismo, hemos oído mucho la palabra en las transmisiones "se acercan al tramo de Pavé", "los ciclistas sufren en los sectores de Pavé", y puede que hayan o no visto el terreno por donde ruedan cuando pasan por el tan mencionado Pavé.
Vamos por partes, por qué Pavé?.
Toda pasión tiene un origen, algo que nos despierta el interés que luego se nos vuelve una obsesión, en el caso del ciclismo el origen de nuestra pasión pudo ser esa primera bicicleta que nos regalaron cuando eramos apenas niños o pudo ser también algo inconsciente, nacimos y siendo bebés lo que en nuestra casa se oía en la radio era Ramón Hoyos haciendo hazañas en la Vuelta a Colombia, Cochise Rodriguez coronándose campeón mundial en Italia, Lucho herrera ganando la Vuelta a España o coronando el Alp D´Huez, Fabio Parra subiéndose al podium del Tour de Francia, Santiago Botero ganando el maillot de pepas en la carrera más grande del mundo o poniéndose el jersey de campeón del mundo, todo esto pudo habernos predispuesto a la fiebre del ciclismo y desde entonces no ha hecho sino crecer, o agravarse, dirían los sarcásticos.
Eso es, con Pavé queríamos reflejar el origen de una locura que se convirtió en la pasión de millones y en nuestra inspiración para convertir historias de ciclismo en nuestras camisetas y busos favoritos.
Por qué el origen?
Porque a finales del siglo XIX, a finales de los años 1800, fue el Pavé lo que permitió a los locos en los primeros velocípedos hacerse a la idea de viajar entre pueblos, competir por llegar más rápido, más lejos, por más horas que lo antes había podido hacer un hombre por sus propios medios.
Que es el Pavé?
Hay historias que desde el año 600 AC en Babilonia ya se usaban adoquines con asfalto para hacer carreteras, las calzadas o caminos romanos fueron una revolución de ingeniería que le permitió al imperio conectar a todo el territorio y movilizar ejércitos y carga más rápido que sus enemigos. Esas piedras de granito o basalto talladas en forma cuadrada o rectangular para hacer carreteras en Francia fueron llamadas Pavé.
A pesar de que el Pavé fue reemplazado con el pasar de los años por el pavimento actual - en Europa con más rapidez después de la segunda guerra mundial - los organizadores de algunas de las carreras más icónicas del mundo, como la París-Roubaix o el Tour de Flandes, decidieron mantener el espíritu de la carrera, y cuidan las vías que parecieran ir en contra del progreso, pero que han logrado guardar la esencia, preservar la historia de un deporte que se forjó en carreteras de piedras, difíciles y sufridas.